¡Auxilio mi hija tiene piojos y yo también!

La presencia de piojos y liendres en las cabecitas de nuestros hijos e incluso en la nuestra no es algo que deba quitarnos el sueño, esto es más común de lo que te imaginas. Si bien no es algo de lo que nos debamos orgullecer, tampoco debemos sentirnos mal o culpables; lo que es importante es actuar de manera responsable ante esta situación.

¿Qué hacer y qué no hacer en caso de tener piojos y/o liendres?

Durante el paso de los años y las generaciones anteriores la manera en cómo se ha buscado solucionar el problema de la pediculosis ha sido en su mayoría con remedios caseros o productos de farmacia, sin embargo, muchos de estos no resuelven el problema por completo y al contrario, pueden agravar la situación.

Los remedios caseros son incómodos, huelen mal y pueden causar irritación en el cuero cabelludo, además de tener baja o nula efectividad. Los productos de farmacia pueden contener líndanos o substancias químicas que pueden causar efectos secundarios, además no afectan a las liendres (huevecillos) ya que éstas son impermeables por lo que nada las traspasa, la única manera de combatir las liendres es retirándolas.

Las cremas o shampoos requieren de realizar cepillado continuo durante días o semanas para poder contrarrestar la infesta, lo cual vuelve al proceso una tarea muy engorrosa y requiere mucho de tu tiempo.

No pierdas el tiempo con “soluciones” poco seguras y fastidiosas. Lo mejor es recurrir al apoyo de profesionales. Existen clínicas especializadas que te pueden ayudar a terminar con este problema de una rápida y lo más importante sin riesgo para la salud de tu familia.

Una vez que hayas resuelto el problema se recomienda usar productos repelentes para evitar en lo posible un nuevo contagio, prefiere los peinados de cabello recogido si lo tienen largo y evita prestar prendas o compartir accesorios de belleza relacionados con el uso capilar como cepillos, moños, etc.